domingo, 29 de marzo de 2015
Ya fue aprobada la 'Ley Mordaza' que en España impondrá 44 restricciones a la libertad (sobre todo de expresión) para "mayor seguridad" ciudadana
La Ley de Seguridad Ciudadana aprobada el jueves pasado contempla 44 causas por las que los españoles podrían ser sancionados a partir de ahora. Así han reaccionado los ciudadanos al conocer la noticia.
La Ley de Seguridad Ciudadana aprobada el jueves pasado, que los movimientos sociales españoles han bautizado como 'Ley Mordaza' por los "recortes en derechos y libertades" que supone, entrará en vigor el 1 de julio de 2015. Los medios nacionales han recopilado un total de 44 causas por las que a partir de esta fecha los españoles podrían ser sancionados con multas que oscilan entre los 100 euros y los 600.000 euros siempre que no sea delito.
La ley prohíbe manifestarse sin permiso, protestas que "perturben" la seguridad ciudadana, negarse a identificarse o no colaborar con la Policía. La norma también establece que serán multados quienes graben a la Policía y usen las imágenes de manera que "puedan poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes".
Según la portavoz de la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI), "se trata del peor recorte de derechos y libertades desde el franquismo".
Sin embargo, los ciudadanos no se han quedado de brazos cruzados y ya han inventado nuevas formas de manifestarse sin infringir la ley, por ejemplo a través de hologramas.
A continuación les presentamos algunas reacciones de los españoles en la Red tras conocer la noticia de la aprobación de la Ley:
Ojalá que esto no se expanda a los países de latinoamérica.
Fuente: Aprobada la 'Ley Mordaza': Así reaccionan los españoles a las 44 cosas que ya no pueden hacer
Véase también: El Congreso de España aprueba la polémica 'ley mordaza'
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LIBERTAD DE EXPRESION
ResponderBorrar“Pobre voz confinada a ser oída en la nada”
Voces encadenadas
a silencio tan cruento,
las almas condenadas,
el callar es tormento.
Obrar con libertad,
garantía majestad,
libertad de expresión,
sueño de mí Nación.
Obstruye el pensamiento
la maldita censura,
limita el intelecto,
es del diablo su hechura.
El miedo paraliza,
el cerebro agoniza,
pobres hombres silentes,
todos son insipientes.
Dictadura en la cumbre,
ya se hizo costumbre,
legislando se abraza
la pinche “ley mordaza”.
Prohibir información,
cegar puntos de vista,
la perversa intención
de “estadistas” fascistas.
Que la boca cerremos,
quieren esos cabrones,
que dientes apretemos,
“chitón” a las razones.
¿Expresarte? . . . ¡jamás!,
nada puedes decir,
tal vez se escuchen más
tus quejas al morir.
El yugo del bozal
llegó a la yugular,
si te impiden hablar
las ideas desangrar.
Mas, el ser de conciencia
no lo permitirá,
pues perdiendo su esencia,
a servil llegará.
Un pueblo sometido
siempre será vencido,
represión del gobierno
¡mandémosla al averno!
Venturoso aquel día,
en que, sin cobardía,
usemos la palabra
sin censura macabra.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, Distrito Federal . . .
Reg. SEP Indautor No. 03-2008-101313351700-01
Es una excelente poesía, una obra de arte y es un honor para mi que su autor halla comentado en esta publicación.
BorrarSolo podría responder con la poesía de Gabriel Celaya "La poesía es un arma cargada de futuro":
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque a penas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.